
El nuevo plan industrial de Stellantis está tomando forma y, a partir de ahí, la multinacional pretende volver a arrancar, con nuevos productos, estrategias revisadas y el objetivo de relanzar los destinos de las marcas más castigadas. Entre ellas se encuentra Maserati, protagonista de una caída de las ventas del 58,8% en 2024. Unos resultados traumáticos que también han hecho correr el rumor de que la firma italiana podría cambiar de manos.
En cambio, quien cambia es el CEO: en sustitución de Santo Ficili (al frente de Maserati desde octubre de 2024) llega Jean-Philippe Imparato, que deja el puesto de director general de Stellantis para Europa (ocupado ahora por Emanuele Cappellano) con el fin de concentrarse en la recuperación de Maserati.
Empezar (casi) de cero
Quizá sea una de las tareas más difíciles para el directivo francés, que no es ajeno a este tipo de retos. De hecho, Imparato dirigió Alfa Romeo tras el nacimiento de Stellantis, haciéndose cargo de dos modelos fundamentales como el Tonale y el Junior, gracias a los cuales la firma del Biscione (entonces con sólo Giulia y Stelvio en la gama) vio crecer sus ventas.

Maserati GranCabrio

Maserati Grecale
Maserati tendrá que lidiar con una gama huérfana de Ghibli, Levante y Quattroporte y compuesta por Grecale, GranTurismo, GranCabrio y MCPura.
Los retos
Mientras que el GranTurismo, el GranCabrio y el MCPura representan el alma más deportiva de Maserati, el corazón del mercado está guarnecido únicamente por el Grecale, que no ha logrado alcanzar el éxito deseado. Todo dependerá, por supuesto, del nuevo plan industrial de Stellantis, que podría revisar las ambiciones eléctricas de Maserati, que ya ha cancelado el lanzamiento del MC20 Folgore.

Maserati MCPura
Se espera que los nuevos Quattroporte y Levante (previstos inicialmente para finales de 2025 y pospuestos a 2027 o 2028) funcionen únicamente con baterías, aunque entre las tendencias del mercado y la posibilidad de una revisión de los térmicos prevista para 2035, la compañía podría recalibrar sus planes, optando por sistemas de propulsión electrificados.
Una posibilidad que ofrece la plataforma STLA Large (la misma de los nuevos Alfa Romeo Stelvio y Giulia), utilizada también por el Dodge Charger, que recientemente ha abierto pedidos para versiones puramente de gasolina (con excelentes resultados, por cierto).

Jean-Philippe Imparato
El mayor reto, sin embargo, será el posicionamiento. El segmento premium de Stellantis está representado por Alfa Romeo, DS y Lancia, con Maserati presidiendo el polo del lujo. No cabe esperar una reducción de las ambiciones de la firma del Tridente, sino una estrategia que probablemente tendrá en cuenta una progresividad de la oferta, ampliando también la gama hacia abajo. Apuntando a la más alta calidad, pero sin situar los precios muy por encima de los de la competencia, al contrario, aprovechando la pertenencia a un Grupo como Stellantis y las sinergias que puede ofrecer.

Maserati GranTurismo
Precisamente a la competencia habrá que mirar, recortando dimensiones para competir contra los Audi Q5, BMW X3 y Mercedes-Benz GLC, mucho más cortos que el Grecale y con listas de precios decididamente inferiores. También debería aprovechar la conversión eléctrica del Porsche Macan, que en su versión térmica ha sido apreciado por el mercado y ahora ha dejado un hueco que el fabricante italiano podría llenar.
Luego está la cuestión de la percepción de la marca. Es innegable que Maserati tiene una historia (aunque problemática, con varios cambios de propiedad) de la que pocos fabricantes pueden presumir. Una herencia que hay que explotar para proyectarse hacia el futuro.